Limpieza y sueño
Soy limpio por naturaleza
El gato es limpio por naturaleza, muy meticuloso en su higiene diaria y dedica del orden de 5 a 10 minutos para lavar todo su cuerpo con ayuda de la lengua. Este ritual imita al aseo que la madre realiza con sus crías, de hecho, es común ver cómo dos gatos se limpian recíprocamente como demostración de vínculo entre ellos. Cuando un gato no efectúa este ritual de higiene es porque está enfermo o demasiado débil para hacerlo.
Duerme más de 16 horas diarias: El gato pasa la mayor parte del día durmiendo. Se ha observado que las horas de luz la pasa durmiendo, mientras que suele espabilarse a primera hora de la mañana y al atardecer.
No abandona el hogar: El gato es un animal muy territorial que adora el lugar dónde se desenvuelve su vida, porque éste representa su hogar y refugio, si bien es posible que realicen algunas escapadas para cortejar a su pareja, investigar los alrededores o entrar en contacto con otros gatos.
Es de conocimiento general que los gatos tienen esa especial conducta de lamerse y considerando las características de su lengua uno bien podría decir: una importante compulsión a lamerse y peinarse todo el cuerpo a toda hora.
Si pensamos en este acto y lo vemos con una mirada superficial, podemos caer en la liviana conclusión y decir que solamente esta higienizándose. De todas maneras, esto tiene parte de verdad, aunque nadie puede asegurar que tal dedicación tiene como unica finalidad el vanidoso acto de peinado personal.
En realidad, la higiene y el peinado, posibles por la estructura rugosa de su lengua, son consecuencias no descartadas de una tarea mas profunda que tiene que ver con razones de identidad o identificación, de regulación de temperatura y, por último, de incorporación de vitaminas.
Al acariciar a un gato nuestro es probable que se reciba como respuesta una serie de lamidos, rítmicos y obsesivos en las zonas donde se lo haya tocado. Esto significa que el gato tiene la necesidad biológica de defender su identidad y para nada significa un desprecio para quien le propició la caricia.
Por otro lado, el gato lamerá a su dueño con la intención de quitar el olor a "humano" que llega a desprestigiar la categoría de "gato padre" del mismo.
En otro tema, y tratando de recordar, observaremos que nunca hemos visto un gato transpirado, y esto es así, simple y sencillamente, porque los gatos no transpiran para nada ni jadean con la frecuencia y facilidad con que lo hace el perro.
De esto se desprende que por ejemplo, si nuestro gato juega mucho e intensamente, si tiene una actividad cualquiera que los fuerce a aumentar la temperatura, lo mas probable es que se lama por todo el cuerpo como una forma de, a través de la saliva, mojar el cuerpo y enfriarlo, de la misma forma que nosotros transpiramos o el perro jadea.