Marcaje del gato
Dejemos claro quien es el dueño
El gato necesita delimitar su territorio como demostración a otros gatos de que entran en una zona que no es suya. Normalmente, para marcar su zona, restriega su cuerpo contra los objetos y en ocasiones efectúa pequeñas micciones.
Tanto los gatos caseros como los que viven en el exterior gustan de delimitar perfectamente su territorio. Han de demostrar quien es el dueño en sus dominios.
Las señales que utilizan pueden ser visuales u olfativas. Por lo general todos los que tenemos gatos hemos visto como alguna silla u otro mueble de madera y en ocasiones sofás o alfombras han sido víctimas de estas prácticas. Sus uñas marcadas en alguna superficie apropiada indican que ese territorio es de su propiedad. Este tipo de marcas de sus garras no es sólo visual, pues también en sus almohadillas poseen unas glándulas que segregan una sustancia con un olor característico con el que impregnan sus posesiones.
Cuando un gato se frota contra nuestras piernas no es sólo una demostración de cariño o saludo, nos está transfiriendo su olor para indicarnos que también somos de su propiedad.
Al gato que le encanta que lo cojan en los brazos puede quere frotar su cara con la de su dueño, no a modo de beso sino porque quiere que el olor de las glándulas que tiene a ambos lados de su cara pase a la de su humano.
La base de los folículos del pelaje de los gatos también segrega una sustancia aceitosa con un olor característico. Pero la forma más evidente y molesta, si es un gato casero, es la que realizan mediante la orina. Si el animal es castrado a tiempo este problema se soluciona la mayoría de las veces. Cuando el gato está marcando su territorio tiene las orejas plegadas hacia atrás y la mirada perdida pareciendo estar en trance.