El instinto cazador
Me gusta cazar de noche
La prioridad número uno de cualquier especie animal es la obtención de alimentos para su subsistencia, en los carnívoros y especialmente en los felinos que son carnívoros obligados o exclusivos, esta supervivencia está basada en la caza de presas vivas.
Dentro de las 37 especies de felinos existentes, se manifiestan distintas modalidades predadoras; la mayoría utiliza la táctica del acecho, mientras que unos pocos la captura a la carrera; también se diferencian en especies que cazan grandes y pequeñas presas; algunas cazan en la selva, en el bosque o en la sabana y por último hay quienes cazan en distintos momentos del día (nocturno, diurno, crepuscular). El gato doméstico es un cazador nocturno de pequeñas presas.
Los felinos en general son predadores solitarios, lo cual indica que deben poseer una maquinaria altamente eficiente en el arte de capturar y matar a su presa, de lo contrario se vería seriamente afectada su supervivencia y especialmente su segunda prioridad o mandato biológico que es la perpetuación de la especie a través de la reproducción.
Esta condición de carnívoro obligado (basado en su metabolismo) hace que los felinos en sus diferentes especies, se encuentren en cualquier región del mundo al tope de cada sistema o pirámide ecológica; solo podríamos posicionar por encima de ellos al hombre moderno acompañado de su tecnología.
Debido a esta condición de experto cazador el hombre acepta el acercamiento del gato en el antiguo Egipto y por lo mismo el felino tolera la presencia humana en beneficio de la gran cantidad de roedores a su disposición que había en los primitivos graneros de aquel entonces.
La aptitud del gato es predadora. Según P. Neville, el cerebro del gato está altamente especializado para permitir que sobreviva como un cazador solitario desde muy temprana edad. En prueba de esto tenemos que el comportamiento predatorio no está acompañado de sonidos o lenguaje corporal que indique un trabajo en equipo, tampoco está relacionado con ningún tipo de emoción o sentimiento, ya que el objetivo es capturar, matar y comer y no puede estar supeditado a algún tipo de comunicación con la presa, y es inútil que ésta trate de apaciguar al gato.