Alergias a los gatos y de los gatos
Tener gatos con alergia no es imposible
No solo los humanos pueden tener alergia a los gatos sino que también los gatos pueden ser alérgicos.
Uno de cada 200 gatos es alérgico y sufre de asma, tos y otras dificultades respiratorias. Los síntomas empeoran en las casas por la presencia de caspa de humanos y piel descamada, humo de tabaco, perfumes, polvo, etc, e incluso se está investigando si también algunas bacterias propias del ser humano son detonantes de la alergia del animal. Los más vulnerables son los gatos siameses.
Muchas personas tratan a su gato como un proscrito y otras incluso con agresividad en cuanto se enteran de que ellos o alguno de sus familiares son alérgicos a los gatos, de repente olvidan todos los buenos momentos vividos con el animal y ni siquiera hacen un intento por preservar su relación, sin embargo los gatos alérgicos deben aguantar estoicamente a su amo, no pueden someterse voluntariamente a tratamientos y no por esto salen corriendo cuando este se acerca a acariciarles.
Además de a los humanos los gatos pueden ser alérgicos a las picaduras de pulgas, verás que se lame muchas veces, que es su forma de rascarse ante un problema de piel, perderá pelo en la zona afectada, se descamará o se llenará de costras y entonces será necesaria una visita al veterinario para que le pongan un tratamiento que le ayude a aminorar el fuerte picor. También pueden desarrollar alergias a alimentos, materiales con los que están fabricados sus comederos, juguetes o por ejemplo mantas, al polvo generado por la arena de su bandeja higiénica, a un perfume determinado, y a muchas otras que tendrás que observar y tratar si es que se producen.
En las personas la alergia a los gatos es bastante común, se da dos veces más frecuentemente que las reacciones alérgicas a los perros, y es más habitual en personas que tienen otras alergias o asma. Entre el 15 y el 30 % de las personas con alergias tienen reacciones alérgicas a los gatos o a los perros.
El sistema inmunológico se encarga de encontrar sustancias extrañas en el organismo, como virus y bacterias, y eliminarlas. Normalmente, esta respuesta nos protege de las enfermedades pero en las personas alérgicas su sistema hipersensible hace que reaccionen en exceso ante un alérgeno y padezcan reacciones cutáneas locales como la urticaria o las erupciones, rinoconjuntivitis típica, y asma con diferentes estados de gravedad.
Para saber si somos alérgicos a los gatos nuestro alergólogo debe hacernos unas pruebas cutáneas donde se hacen unos pequeños cortes y se deposita sobre ellos una muestra con el alérgeno, también pueden hacernos análisis de sangre y una espirometría. El simple hecho de que tengamos un gato en casa no significa que forzosamente este sea el culpable de nuestra alergia, muchos gatitos son abandonados sin tener un diagnóstico certero.
Las personas alérgicas a los gatos no son alérgicas al pelo como se cree vulgarmente, lo son mayoritariamente a la proteína Fel d 1, que se produce en la piel de los gatos y que éstos segregan en el pelo. El alérgeno se acumula en el pelo y en otras superficies cuando la caspa del animal cae sobre ellas. El Fel d 1 esta presente en la saliva, sudor, lágrimas, piel y glándulas sebáceas de los felinos. Las concentraciones de Fel d 1 sobre la piel están bajo control hormonal y la castración influye notablemente en las concentraciones un mes después de la operación. Las secreciones suelen ser mayores en los machos que en las hembras.
Si eres alérgico a los gatos lo mejor que puedes hacer es por supuesto no tener gatos, por lo que si aún no lo has adoptado o comprado será recomendable que no lo hagas por mucho que puedan gustarte, recuerda que tu salud es muy importante. Sin embargo si el gato ya vive contigo será difícil tomar una decisión al respecto pues normalmente hay establecida ya una relación emocional. Deberás valorar la situación, no todas las personas tienen los mismos síntomas ni padecen el problema con la misma gravedad. Si el problema el leve posiblemente puedas convivir con el gatito con la ayuda de alguna medicación y observando algunas medidas escrupulosamente, pero si el problema es grave lo más seguro es que tengas que dejar el cuidado de tu pequeño amigo a alguna persona de confianza o darlo en adopción a quien quiera hacerse cargo de él y ofrecerle un nuevo hogar, y esto supondrá un duro palo para ti si es que de verdad aprecias a tu gatito.
La vacunación o inmunoterapia suele desaconsejarse en el caso de los gatos por ser bastante mal tolerada y se suele restringir a personas que trabajan con animales o para los que la separación del animal supone un daño psicológico importante. Se procede a inyectar de forma subcutánea el alérgeno sucesivamente durante un mínimo de 3 años para desensibilizar al paciente. Las inyecciones comienzan administrándose de una a dos veces semanalmente con una dosis muy baja que irá aumentando hasta llegar a una dosis máxima, determinada por el grado de sensibilidad del paciente, que se conoce como dosis de mantenimiento. La dosis de mantenimiento tarda de 4 a 6 meses normalmente en ser alcanzada y puede incluso llegar a un año. A partir de entonces la frecuencia de las inyecciones disminuye progresivamente hasta ser aplicada una vez al mes. Las reacciones graves aparecen antes de los 30 minutos por eso se hace permanecer este tiempo bajo control médico tras la aplicación de inmunoterapia. Sin embargo si la persona consigue tolerar sus efectos, la vacuna es muy efectiva, en por lo menos un 80% de los casos se alivian los síntomas y se necesita menos medicación. En algunos pacientes la reducción de síntomas es evidente en un tiempo de 6 a 8 meses, aunque normalmente el tiempo suele superar el año o año y medio. En Suiza están investigando una nueva vacuna contra la alergia al gato. Con el desarrollo de esta vacuna solo harían falta tres vacunas para el tratamiento de la alergia.
Para ayudar a la convivencia de la persona alérgica con el gato podemos evitar que el gato entre en el dormitorio del afectado, será una zona prohibida al paso para el gato y habrá que mantener una cuidadosa limpieza además de mantener la puerta cerrada. Hay que tener en cuenta que pasamos en el dormitorio entre un 30% y un 50% de nuestra vida. Si tenemos alfombras el alérgeno se acumulará en ellas por lo que son desaconsejables, aún así podemos limpiarlas con vapor frecuentemente o elegirlas de pelo corto y lavables. Cuando usemos la aspiradora tendrá que usar mascarilla porque remueven los alérgenos y si es posible utilizaremos una con filtro HEPA que disminuye la concentración de partículas aéreas. La calefacción por ventilación y el aire acondicionado también diseminan partículas así que cubre las rejillas de ventilación del dormitorio con un filtro.
Es muy recomendable que adquieras un purificador de aire a ser posible también con filtro HEPA para que te ayude a limpiar el aire que respiras, aunque no va a eliminar los alérgenos pegados a superficies se nota bastante. Mantenlo funcionando al menos 4 horas. Algunos modelos no emiten casi ruido, están preparados para emitir iones negativos purificantes que reducen el estrés y tienen además un bajo consumo energético.
Mucha gente recomienda bañar al gato todas las semanas para reducir el alérgeno de la piel del gato y que no pase también al ambiente, pero aunque lavar al gatito con agua y champú puede ayudar, los baños frecuentes hacen que la piel del animal deje de segregar su grasa natural, lo que les resaca la piel y termina por conseguir un efecto rebote al producir más caspa, descamación y residuos. Lo mejor será bañar al gato con un buen champú específico una vez al mes, que alguien que no sufra de alergia le cepille fuera de la casa diariamente para eliminar la caspa y semanalmente puedes aplicar una loción que vende Bayer que se llama Vetriderm, que elimina restos de suciedad de la superficie del animal, entre ellos epitelios, saliva u orina que provocan los síntomas alérgicos. El producto no es milagroso, solo ayuda, está compuesto de colágeno, alantoína, pantenol, aloe vera, proteína de trigo y agua por lo que actúa cuidando la piel del gato para que no se reseque y produzca mucha caspa, así que si tu alergia es suave seguramente notarás su efecto pero si los síntomas son muy graves puede no ser suficiente, no vayas a adoptar un gato teniendo alergia y creyendo que con este producto esta todo solucionado al 100%, a muchas personas no les funciona, ojo con eso. Existen champús específicos hipoalergénicos, indicados para gatos de piel sensible y cachorros, que hacen posible bañar al gato incluso más de una vez en semana y que se utilizan también en los casos en los que el gatito es alérgico a pulgas y tiene alguna dermatitis o trauma que requiere de limpieza frecuente.
Una buena alimentación de nuestro gato contribuye también a que su piel mantenga un estado optimo y que por tanto genere menos caspa, lo que ayudará a la persona alérgica.
Para controlar el nivel hormonal del gato sobre todo en los machos, es muy conveniente que esterilices a tu gatito, así se reducirá notablemente la producción de alérgeno y será además una ventaja en muchos otros aspectos además de en la salud tuya y suya.
Recuerda que cuanto menos pelo tenga tu gato menos alérgeno acumulara en el, asi que si tiene el pelo largo una visita a la peluquería de vez en cuando no estaría nada mal. Las razas de gatos sin pelo como el sphynx, son menos alérgicas por tanto, pero también producen la hormona y pueden tener caspa, así que no son del todo antialérgicos. Sin embargo la raza de gato siberiano, no produce la hormona Fel d1 aunque tenga el pelo largo, así que se trata de un gato hipoalergénico.